Nos entrevistamos con Fernando Sanagustín, Director Técnico Veterinario de BBZIX
BBZIX, es una empresa fundada en España en 1999, especializada en el desarrollo y la fabricación de biocidas biodegradables.
Su decidida apuesta por la innovación y la internacionalización han llevado a BBZIX en los últimos años a posicionar sus soluciones avanzadas
en higiene y desinfección para el sector ganadero en mercados clave de todo el mundo.
Hablamos con Fernando Sanagustín, veterinario fundador y director de la empresa, con una destacable experiencia en el área de la higiene ganadera, tanto a nivel nacional como internacional.
¿Cuál es el secreto del éxito de la empresa en la importante expansión conseguida en los últimos años?
Sin duda alguna, una firme creencia en el trabajo bien hecho y en la orientación al cliente.
Nuestra principal motivación es aportar soluciones de valor añadido a nuestros clientes, además de ofrecerles un trato personalizado y la mejor atención, y esto empieza por dedicar un gran esfuerzo a la actividad de I+D+i.
Esto nos ha permitido conseguir productos avanzados totalmente biodegradables, respetuosos con el medio ambiente, eficaces y eficientes, complementados con un servicio avanzado de asesoramiento técnico para su correcta aplicación, control y seguimiento.
¿Cuál es la perspectiva de los agentes implicados en la bioseguridad?
Se habla continuamente de bioseguridad, de su importancia, de los beneficios de su correcta aplicación, etc., no obstante en las empresas
no se ve como un tema prioritario hasta que la Dirección toma la decisión de considerarlo dentro de su plan estratégico.
En el día a día, los veterinarios y granjeros solemos perder la perspectiva entre lo que es importante y lo que es urgente, dedicando la mayor parte de nuestro tiempo a los temas cuyo resultado es inmediato.
Lamentablemente la bioseguridad no se ve como un tema importante ya que los beneficios de su aplicación no se hacen evidentes hasta medio-largo plazo.
Como personas, nuestro cerebro aprende nuevos comportamientos a fuerza de repetirlos y asociarlos a una sensación o resultado agradable.
Por eso nos sentimos más motivados a realizar tareas que implican una recompensa inmediata ya que “refuerzan” nuestro sistema de recompensa.
Por este motivo el uso de antibióticos es una práctica más extendida en nuestro sector, ya que podemos observar su efecto de forma mucho más rápida y por lo tanto es más fácil que se refuerce su uso.
“En las empresas, la Dirección General tiene que marcar la bioseguridad como un tema estratégico y clave para mejorar la rentabilidad”
¿Se suelen realizar a conciencia las medidas de prevención de enfermedades?
Las personas encargadas de la bioseguridad deben estar muy concienciadas sobre el tema.
Para ello deben conocer las razones por las que es tan importante aplicar un buen programa de bioseguridad, y saber reconocer que se trata de un tema estratégico y que por lo tanto debe formar parte de su rutina diaria de trabajo.
Por este motivo, o se produce este cambio de mentalidad, o cuando te has dado cuenta ya ha entrado y se ha propagado alguna enfermedad en tu explotación.
Es habitual hablar de falta de motivación cuando nos referimos a las prácticas de bioseguridad, y una de las causas principales es que no vemos su efecto inmediato. Esto lleva a la falta de atención cuando se desempeñan estas tareas e incluso a que dejen de realizarse.
Este estado de relajamiento o “umbral bajo de atención”, pone en riesgo la seguridad sanitaria de nuestra explotación.
No es hasta que se declara un brote epidémico grave cuando volvemos a recobrar el estado de “umbral alto de atención”, el aconsejable para mantener los agentes patógenos lejos de nuestras granjas.
Si surge la epizootia es cuando vuelves al estado de “umbral alto de atención”. Realmente este último estado de atención es en el que deberíamos estar siempre.
¿Cuáles son los errores de bioseguridad más habituales que nos encontramos?
Como es bien sabido, los errores comunes en bioseguridad tienen que ver con pequeños fallos en las tareas que se realizan de forma rutinaria. La suma de varios de estos pequeños fallos o descuidos cometidos a diario puede llevar a un resultado fatal.
Por ejemplo, unas simples botas pueden ser un factor desencadenante o iniciador de un brote epizoótico.
“Los errores más frecuentes en bioseguridad tienen que ver con pequeños fallos del día a día”
Cabe decir que en un altísimo porcentaje de los casos, los malos resultados obtenidos de un producto, protocolo, etc. no se deben a ser un mal producto o protocolo sino a un error en su manejo o aplicación.
Si nos encontramos ante grandes fallos en los procedimientos de bioseguridad es porque desde la empresa no se ha realizado una labor de concienciación/formación de los trabajadores sobre este tema.
En el caso de los programas de limpieza y desinfección, ¿son igual de eficaces si no se ha realizado previamente una limpieza a fondo?
El tópico de limpiar antes de desinfectar, qué te voy a decir… es fundamental. Antes de desinfectar debemos retirar siempre la materia orgánica ya que los desinfectantes se inactivan fácilmente ante su presencia y además se ha visto que ésta puede servir de protección a los microorganismos del efecto de los desinfectantes.
Si el desinfectante no entra en contacto con los patógenos es imposible eliminarlos, así que la materia orgánica es un barrera física de protección de los microorganismos.
Otra barrera que utilizan los microorganismos para protegerse es mediante la producción de biofilm. Un claro ejemplo de lo difícil que es acabar con una bacteria que produce biofilm lo encontramos en Legionella.
En ese momento el ministro de Sanidad ya podía decir que “era un bichito que se caía de la mesa y se mataba”. En parte tenía razón, pero no contaba con que este género bacteriano se caracteriza por formar fácilmente biofilm.
Bioseguridad ¿un plan de trabajo o una actitud ante el trabajo?
Ambos, tanto un plan de trabajo, como una actitud. Pero sin lugar a dudas primero debemos concienciar al personal sobre su importancia para promover el cambio de actitud deseado. Es tanto un plan como una mentalidad, pero pondría primero la mentalización o concienciación.
En el “día a día de la bioseguridad” “bioseguridad del día a día” tienen que participar todos los trabajadores de la granja, pero si las cosas se hacen por obligación y no por convicción entonces seguro que no obtendremos buenos resultados.
Para ello es básico saber transmitir el mensaje sobre la importancia de la bioseguridad de forma positiva, clara y adaptándolo a nuestro interlocutor.
Si argumentamos el “para qué” de cada una de las operaciones que deben realizarse diariamente en bioseguridad nos comunicaremos de forma
más eficaz y conseguiremos este cambio de mentalidad en nuestros trabajadores.
Lógicamente al final todo se traslada a un plan y una metodología de trabajo, pero que sin la concienciación/formación adecuada del personal que debe llevarlo a cabo está abocado al fracaso.
Lógicamente al final todo esto se traslada a un planing de faenas a realizar, como todo en la vida se parte de conceptos genéricos que deben ser ejecutados por trabajadores de la granja, de ahí la importancia de la formación y la comprensión del concepto de bioseguridad y sus objetivos, no podemos poner a limpiar al trabajador menos preparado para ello.
“En bioseguridad, el control es un feedback de información valiosísima para hacer las cosas cada día mejor”
¿Qué importancia tienen los controles rutinarios a la hora de detectar posibles fallos?
Sin control la vida sería un caos, pero a las personas cuando nos hablan de control entendemos que nos van a vigilar y esto nos pone en estado de alerta porque puede llevar implícito algún tipo de castigo.
Por ello, debemos explicar muy bien en qué consiste este control y por qué es tan necesario. El control es un método de aprendizaje, de corrección de las acciones pasadas, es el que nos permite ver dónde estábamos hace un tiempo y cuál es nuestro estado actual, y valorar hacia dónde queremos dirigirnos.
El control por feedback nos proporciona una información valiosísima acerca de los resultados de las acciones realizadas para hacer las cosas cada día mejor.
Este sistema nos permite comprobar que vamos por el camino adecuado, o por el contrario debemos corregir algun aspecto.
¿Por qué estos controles rutinarios no se hacen de forma habitual?
Bueno hay de todo, al igual que controlamos los ingresos y los gastos de forma continua, deberíamos controlar si los procedimientos de limpieza y desinfección que realizamos son correctos.
Pero esto no suele pasar y si al final se hace, es porque hay algún imperativo detrás, como una presión legislativa o porque se ha decidido desde Dirección que la bioseguridad sea un tema prioritario..
¿Cómo se implanta una metodología de trabajo de prevención eficaz?
Lo primero y fundamental es la actitud de la Dirección de la empresa. El primer paso del veterinario es convencer a la Dirección sobre los motivos por los que debe cambiarse una metodología de trabajo. Sin lugar a dudas, el factor rentabilidad es el decisivo.
Sin la implicación de Dirección o el propietario de la explotación, será muy difícil que se lleven a cabo importantes cambios en la forma de trabajar.
Así el veterinario que había empezado con mucha ilusión se irá desmotivando y al final todos los buenos propósitos e ideas que había sobre este tema terminarán por diluirse con el tiempo. La bioseguridad es una carrera a muy largo plazo y sin la implicación de todos será imposible implementarla con éxito en una granja o empresa.
¿Trabajar en producción animal es un trabajo sencillo? ¿Hay que tener alguna aptitud especial?
Puede parecer simple pero no lo es. Para que las personas tengan éxito necesitas dos cosas: aptitud y actitud. El éxito es la suma de las dos, aunque a veces se puede suplir una con mucho esfuerzo de la otra.
La aptitud diría es la capacidad, la capacitación, la formación y la actitud son las “ganas”. Una sería la formación y experiencia que tenemos haciendo determinadas cosas y la otra es la inquietud e ilusión que vamos a poner en hacerlas. Las dos se pueden mejorar y trabajarlas.
En bioseguridad como en todo, hay que trabajar las dos aspectos pero necesitamos que los trabajadores de la granja pongan muchas ganas en hacerlo bien.
Además debemos buscar las funciones más adecuadas de cada trabajador en base a su formación. Por ejemplo, si tenemos una persona muy preparada pero no pone ilusión en lo que hace mal, habrá que preguntarse también y ver si el motivo del bajo nivel de actitud se debe a la gestión de la empresa, es algo propio de él.
Por otro lado, si tenemos una persona con mucha ilusión pero poco preparada es responsabilidad nuestra formarla y darle todas las armas para desarrollar su actividad.
Cada persona es un mundo y no existen políticas de recursos humanos donde te digan que una medida va a ser motivadora o no. Realmente no existen cosas que motiven a todo el mundo. La motivación es conocer a la persona y aplicar políticas de recursos humanos individuales aunque esto es muy complicado.
Ésta es la asignatura más difícil de todas “el mundo de la gestión de las personas”. Me encantaría que alguien me enseñara como se hace.
¿Cómo está ayudando BBZIX a las empresas ganaderas a conseguir sus objetivos específicos de bioseguridad?
En BBZIX no solo fabricamos y comercializamos biocidas, sino que el valor más importante para nosotros es la satisfacción que experimentan
nuestros clientes por el apoyo que les ofrecemos para optimizar su aplicación.
De esta forma les ayudamos a rentabilizar la inversión dedicada a la mejora de la higiene y bioseguridad de sus explotaciones.
Ofrecemos a nuestros clientes un programa avanzado de asesoramiento y formación en la aplicación de nuestros productos: qué producto utilizar y, cómo, dónde y cuándo aplicarlo.
Esta parte lleva implícita por supuesto, una importa actividad de concienciación de todos los actores implicados en la aplicación de estos programas de higiene y bioseguridad en las explotaciones ganaderas, ya sean veterinarios, ganaderos e incluso a los responsables de la dirección estratégica de las empresas.
“Sigo pensando que la bioseguridad está más relacionada con las personas, que con la mayor o menor automatización de la granja”